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Guardia Nacional en Washington DC: Trump ordena expulsar a los sin techo

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El mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, ha tomado una medida decisiva al ordenar el envío de la Guardia Nacional a la capital del país y asumir el control federal de la policía de Washington D.C. Estas medidas forman parte de un intento por disminuir la criminalidad y el “caos” que él dice que hay en las calles de la ciudad. En un comunicado emitido el lunes, Trump afirmó que adoptará “acciones drásticas” para hacer frente a lo que considera una de las ciudades más peligrosas de Estados Unidos, señalando en particular el incremento de personas sin hogar en las calles.

El jefe de estado defendió su decisión al afirmar que la ciudad enfrenta un nivel descontrolado de criminalidad, señalando en particular crímenes como robos, balaceras y asesinatos. Según el líder, Washington D.C. tiene una cantidad de homicidios mayor que algunos de los «peores lugares del mundo», a pesar de las estadísticas que indican una disminución de los delitos violentos en la capital. Los datos de la policía local muestran un descenso del 26% en los crímenes violentos y una disminución del 12% en los asesinatos, lo cual contrasta con las afirmaciones del líder.

Supervisión federal en las fuerzas policiales y las iniciativas de seguridad pública

Dentro de las acciones anunciadas, Trump destacó que el gobierno federal asumirá el control del Departamento de Policía Metropolitana de Washington D.C. bajo la dirección de la fiscal general Pam Bondi. Además, se desplegarán más agentes de policía, del FBI y otras fuerzas federales para tomar control de las calles y “eliminar las bandas criminales”. Trump también mencionó la intención de expulsar a las personas sin hogar de los espacios públicos, implementando lo que describió como una “limpieza” de los “barrios marginales” de la ciudad.

“Sé que no es políticamente correcto, pero vamos a eliminar los barrios marginales donde viven. No vamos a permitir que la ciudad siga siendo un lugar donde los delincuentes y las personas sin hogar sean una carga para nuestros ciudadanos”, dijo el presidente. Estas declaraciones han generado una fuerte reacción, especialmente por parte de la alcaldesa de Washington D.C., Muriel Bowser, quien defendió los esfuerzos locales por reducir la criminalidad y criticó la postura de Trump, calificando sus afirmaciones como erróneas.

El estado de las personas sin hogar en Washington D.C.

Según la organización Community Partnership, que trabaja con personas sin hogar en la ciudad, hay aproximadamente 3.782 personas sin hogar en Washington D.C., de las cuales unas 800 viven en la calle. En los últimos años, la ciudad ha implementado diversas iniciativas para reducir esta cifra, pero la falta de vivienda sigue siendo un problema persistente. A pesar de las críticas a la administración de Bowser, los datos oficiales de la ciudad han mostrado avances en la disminución de los delitos violentos, con una reducción significativa de robos y agresiones.

El método adoptado por Trump, no obstante, no ha sido favorablemente acogido por numerosos activistas de derechos humanos y grupos que defienden a las personas sin hogar. Al intentar «limpiar» las calles, los detractores remarcan que el presidente está penalizando la pobreza y las condiciones de vida adversas, sin tratar las raíces fundamentales de la falta de vivienda o la violencia.

Tensiones políticas y la ley sobre el control presidencial

La acción de Trump tiene un fuerte componente político, dado que Washington D.C. no tiene la misma representación que los estados, lo que permite al presidente tomar decisiones federales de control en la ciudad. A través de la Ley de Autonomía de 1973, el presidente tiene la capacidad de intervenir en la administración policial de la ciudad en situaciones de “emergencia”. Sin embargo, cualquier medida que dure más de 48 horas debe ser notificada al Congreso y no puede prolongarse más allá de 30 días sin su aprobación.

Este es un punto delicado en la relación entre la administración federal y el gobierno local, ya que Bowser ha insistido en que la policía de Washington D.C. tiene la capacidad de manejar la situación sin intervención federal. La disputa sobre el control de la policía metropolitana refleja una creciente división entre los gobiernos locales y la Casa Blanca, especialmente bajo la administración Trump.

Un enfoque polémico y sus implicaciones

El uso de la Guardia Nacional y la supervisión federal sobre la policía urbana representan un cambio notable en las estrategias de seguridad pública, que contrastan con las medidas adoptadas por las autoridades locales y estatales en otras regiones del país. Aunque el crimen continúa siendo un problema serio en varias ciudades, la estrategia de Trump de incrementar la presencia militar y federal en las calles podría aumentar las fricciones con los gobiernos locales y las comunidades impactadas.

Los detractores del mandatario han subrayado la paradoja de su sugerencia de emplear a las fuerzas armadas en la ciudad, considerando la polémica por la inacción de su gobierno durante los disturbios del 6 de enero de 2021, cuando sus partidarios asaltaron el Capitolio. Esta inconsistencia ha intensificado la discusión sobre el uso correcto de la fuerza federal y cómo la administración enfrenta las tensiones políticas y sociales en el país.

Finalmente, la acción tomada por Trump al involucrarse directamente en Washington D.C. constituye un caso complicado de interacción entre el gobierno federal y la independencia local, planteando preguntas sobre el balance entre la protección pública, las libertades civiles y el cuidado de los individuos más vulnerables en la comunidad.

Por Otilia Adame Luevano

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